Jesús Ángel Gómez Arenas
La selección española ha conquistado la copa del mundo en África. Con un juego brillante y apabullante sobre sus rivales no ha dado opción a ninguna selección. Tuvo un comienzo dubitativo perdiendo el primer partido contra Chile e hizo saltar todas las alarmas sobre si seria como la historia de siempre, altas expectativas, principal favorita y a casa; pero no, en el siguiente partido se redimió y ganó sin apuros y en el tercero se terminó de confirmar el pase a la fase final. Ya en octavos con un juego brillante, se le ganó a nuestros vecinos de Portugal: con sufrimiento, pero se ganó. En cuartos, los temidos cuartos de los que nunca se había pasado, la historia cambió. Casillas paró un penalti que de haber entrado hubiera puesto a Paraguay por delante pero no fue así y España marcó y acabó ganando. En semifinales, que nunca se habían jugado, nos tocó toda una campeona como Alemania, pero en un corner Puyol metió de cabeza el gol que metía a España en la final gracias a su lucha. Y llegó el gran día. España jugaba la final contra Holanda. Todo un país enfrente de la pantalla. Durante los 90 minutos hubo ocasiones para los dos equipos y Casillas salvó un milagroso cara a cara con Robben, pero el partido termino en empate a cero. En la prorroga siguió todo igual y cuando parecía que el partido se iba a los penaltis Iniesta metió el gol más importante de la historia de España que significaba que España era campeona del mundo por primera vez. Esa noche España entera se fue de borrachera.
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